Fomentamos que nuestro seguimiento de Cristo, esté enriquecido con estas expresiones concretas:
- Sonreír cada día a todas las personas con las que nos crucemos, mirar a los ojos a quienes tratemos.
- Dedicar con frecuencia tiempo y corazón a los que sufren.
- Comenzar cada día con un momento de oración en el que agradecer el don de la vida, y ofrecernos a Cristo para que viva y actúe entre los hombres ese día sirviéndose de nosotros. Y rezar todos los días todos por todos.
- Cuidar un sagrario: escoger uno, el que se quiera, y de alguna manera hacernos cargo de que ese sagrario reciba cuidados y cariño.
- Participar de las Horas Santas, y fomentarlas allí donde nos encontremos.
- Habitualmente estar leyendo un libro que nos forme como cristiano. Y leer cada día el evangelio del día, meditándolo.
- En el trabajo, fiestas y espacios de diversión, abrir los ojos para quienes están sedientos de amor, y ofrecernos a Cristo para ser manantial de su agua pura. Prohibido no disfrutar de seguir a Cristo, especialmente en las fiestas y espacios de diversión.
- Buscar una persona que nos acompañe espiritualmente.
- Disfrutar y crecer de la vida de Cristo participando de la vida de los Sacramentos de la Confesión y la Eucaristía de manera frecuente.
- Cuidar a María, madre de Hakuna, y acabar el día con un piropo, oración o canción a la Virgen María.